sábado, 30 de julio de 2011

SANGRE,SUDOR y LAGRIMAS(Churchill y Hitler)

Publicado en NOTITARDE. Lectura Tangente. 26/7/09

SANGRE, SUDOR Y  LÁGRIMAS

Daniel Labarca T.

En 1936 Adolfo Hitler se dirigía a sus “Juventudes hitlerianas” inculcándoles que sólo una voluntad  debía dominarles para formar una sola obediencia, una sola disciplina, porque  por encima de todos estaba la nación alemana, la cual estaba en peligro por los acechos de la  libertad de expresión y la libertad de prensa… Así, puso en manos del estado alemán la educación de los niños y jóvenes para modelar sus espíritus de acuerdo a los ideales del nacional-socialismo (nazismo), restringiendo el rol formativo de las familias en la educación de sus hijos. A ello siguió un plan de adoctrinamiento masivo y una carrera armamentista sin igual. Parte de esto se refleja en la película alemana “NAPOLA” de Dennis Gansel (2004), título que alude a los centros de educación nacional para la política, formadoras de  jóvenes para la temida SS.
 Hitler de quien se decía que destilaba odio hacia los ricos y exitosos, engañaba, también en su obsesión mesiánica, a los alemanes diciendo que “el pueblo siente que mi voluntad es su voluntad y su destino mi acción”…pero Hitler ocultaba al mundo sus planes bélicos.

En   Septiembre de 1938 el pueblo británico, ante el temor de una guerra, estaba pendiente de la reunión que su Primer ministro  Neville Chamberlain iba sostener con Hitler en Munich. A su regreso, al bajar del avión, Chamberlain  agitó  un papel firmado por ambos y anunció que traía “la paz con honor”, la mayoría le creyó, pero uno de los miembros del parlamento británico no: Winston Churchill (1874-1965). Un año después, el 1º de Septiembre de 1939 Hitler invadió a Polonia por el oeste y días después los rusos por el este, iniciándose así la 2ºGuerra Mundial. El 10 de  Mayo de 1940, los nazis, invaden simultáneamente a  Holanda y Bélgica (el 14 de Junio sus tropas desfilaron por los Campos Elíseos de Paris bajo la mirada atónita del mundo) y ante el temor de una invasión a las islas británicas, Winston Churchill, enérgico  Ministro de la Marina, es nombrado inmediatamente Primer Ministro de Gran Bretaña  diciendo su célebre frase  “lo que puedo ofrecer es sangre, sudor y lágrimas… en esta guerra contra una tiranía monstruosa”

Años antes, Churchill se había caracterizado por sus discursos de advertencia sobre la amenaza nazi y por su  feroz oposición de permitir el rearme alemán  desde 1932,  adversando tenazmente a aquellos quienes creían en las supuestas intenciones de Hitler de desear la paz. A esos años perdidos en que no se hizo nada para frenar  las ambiciones desmedidas de Hitler, él los llamó “los años de la langosta” . Sus advertencias fueron también compartidas por el Papa  Pío XI en su  carta encíclica “Con ardiente preocupación” de Marzo de 1937 donde condenaba al nazismo, que junto a otros documentos conocidos recientemente, parecen demostrar  que el Papa no tuvo condescendencia con Hitler como se ha dicho.
En realidad muchos europeos pensaban que el nazismo serviría de escudo protector contra la amenaza comunista de los soviéticos, pero no contaron con que el afán invasor sin límites de Hitler y su Tercer Reich lo llevaría a enfrentarse también a Rusia, produciendo la unión de estos con las tropas aliadas de británicos, norteamericanos y franceses de la resistencia. Irónicamente muchos de los países de Europa del Este cayeron bajo la tutela comunista, conocida como la cortina de hierro, por más de 40 años.


 El libro WINSTON´S WAR de  Michael Dobbs (Edit. Harpers  Collins, 690p, GB 2003) que se ubica en Londres entre Octubre del 38 y Mayo del 40, relata las severas críticas que se hacían mutuamente el  entonces Primer Ministro Chamberlain y Churchill, así como las relaciones políticas entre este y el espía británico Guy Burgess (que a la larga se descubrió era contraespía para los rusos). En ese ambiente pre-bélico y sus notables personajes, Dobbs le confiere al texto un tono de intriga y a pesar de  que no  lo considera formalmente una obra histórica, señala que “si inspira a sus lectores a profundizar en los eventos y personajes de ese tiempo para analizar no sólo lo que sucedió sino el por qué, entonces tanto a la verdad como a Mr. Churchill  se le habrán rendido tributo”

Así mismo, Ramón Guillermo Aveledo, en su libro CHURCHILL VIDA PARLAMENTARIA” (Edit.Panapo, 296p, Caracas 2000), recoge variados aspectos biográficos de este importantísimo y polémico personaje del siglo XX quién fue liberal en su juventud y conservador en su madurez, parte de sus  discursos y citas famosas como esta: “el problema del capitalismo  es la desigual distribución de la riqueza, del socialismo la  distribución igualitaria de la miseria”.

El analista político Joao Carlos Espada, Doctor en Ciencias políticas de la  Universidad de Oxford  y Presidente de la Sociedad internacional Churchill de Portugal, escribe en CUADERNOS DE PENSAMIENTO POLITICO FAES. Fundación Análisis y Estudio Social, Universidad de la Rioja, España (Octubre/Diciembre  2006 –p. 149):
“Lo que combatió Churchill fue la ambición, tanto del comunismo como del nazismo, de reorganizar la vida social desde arriba, imponiendo a los estilos de vida existentes un plan racional basado en una ideología con ambiciones de totalidad”
Churchill vio en Hitler, Mussolini, Lenin y Stalin el grosero fanatismo de aquellos que aspiraban a derribar  todas las barreras, para ejercer sin trabas su voluntad: las barreras del gobierno constitucional, de la religión,  de las libertades políticas, civiles y económicas, de la propiedad privada, de la familia y de otras instituciones civiles descentralizadas.

Continúa el analista diciendo que para Churchill, representando la  tradición inglesa de libertad dentro del imperio de la ley, la cuestión crucial es que el poder político no debe dirigir el orden espontáneo de las relaciones entre los individuos y sus estilos de vida”
 Estos modos de vida se materializan en hogares con  personas que los han heredado de sus antepasados y que los pasarán a sus descendientes. En
ese diálogo espontáneo entre generaciones, se irán adoptando estilos
de vida que a su vez se irán adaptando a las circunstancias. Pero bajo
ningún concepto pueden ser rediseñados por la voluntad arbitraria de
un poder único. La gente, en tanto que individuos o personas, estaba
ahí en primer lugar, antes de los gobiernos, y el objetivo de estos últimos
es proteger la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos.

Como intérprete y  heredero del espíritu inglés, que entre otros significa:
poder disfrutar de un estilo de vida que le es propio, que nadie les ha
impuesto desde afuera, percibiendo así la capacidad de  mostrarse escéptico hacia las aventuras políticas, las modas intelectuales y hacia cualquier especialista que afirmase saber  cómo organizar mejor la  educación, la cultura y hasta la vida espiritual.

Concluimos con unas líneas de otro famoso discurso de  Winston Churchill, dicho en París en  Septiembre de 1936:
“¿Cómo podríamos soportar, después de haber sido formados y educados
en un ambiente libre, que nos amordazaran, que hubiera espías, escuchas
y delatores por todos los rincones, que hasta nuestras conversaciones privadas fueran captadas y utilizadas contra nosotros  por la policía secreta y por todos sus agentes y serviles, que nos arrestaran y nos encerraran sin juicio, o que nos juzgaran tribunales políticos o partidistas por delitos desconocidos hasta ahora para el derecho civil?
¿Cómo podríamos soportar que  nos hicieran desfilar marchando y aclamando consignas impuestas, o que filósofos, profesores y escritores fueran intimidados, que nos obligaran en todo momento a ocultar el funcionamiento natural del intelecto  y los latidos del corazón humano? Para no someternos a semejantes opresiones, seremos capaces de cualquier cosa”





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