viernes, 18 de febrero de 2011

En comunismo no hay libertad

Para no olvidar:
EN COMUNISMO NO HAY LIBERTAD
Daniel Labarca T.
Publicado en "Notitarde"(Letra inversa)(14/6/2009)y en "Cuadernos" en 2009

“Porque se apoderan de la personalidad y del alma de los hombres, al aniquilar su condición humana, su espíritu, su carácter y su individualidad” Sándor Márai.

En octubre de 2007 leí la obra autobiográfica del reconocido escritor húngaro Sándor Márai, "Tierra, Tierra" como seguidor de sus apasionantes novelas, excelentes dramas psicológicos de narración intimista con profundo contenido humano como: "El Ultimo Encuentro", "La noche de Bolzano", "Divorcio en Buda" y "La Herencia de Eszter". Sin embargo su redescubrimiento ha sido tardío.
Reconocido escritor en su país natal en la década de los treinta, fue proscrito por razones políticas y luego estuvo exiliado, a su pesar, en Estados Unidos, por lo que su obra cayó prácticamente en el olvido. Sin embargo podría decirse que desde la década de los noventa en que fue traducido por la editorial italiana Adelphi , su nombre alcanzó renombre internacional. La editorial Salamandra ha venido ofreciendo a los lectores de habla hispana la gran oportunidad de acercarse a su obra y reconocer los quilates de su talento.
En "Tierra, Tierra" ("Patria, patria") el escritor da a conocer algunas de sus vivencias y opiniones desde marzo de 1944 cuando Hungría fue ocupada por los nazis y posteriormente cuando fue ocupada por el Ejército Rojo en septiembre de ese mismo año cayendo en la órbita soviética. Sándor Márai (1900-1989) como humanista que gestó su carrera literaria en Budapest, como periodista con sus crónicas anti fascistas y anti nazistas, como intelectual que albergó una extensa biblioteca fuente de sus conocimientos, como escritor que viajó a Europa occidental y tuvo trato con las figuras literarias más prominentes de la época y por haber sido además testigo de las dos guerras mundiales, creemos que su opinión es muy importante a la hora de juzgar lo acontecido en su Hungría natal.
Por lo preocupante de la situación por la cual atraviesa nuestro país, no dudamos en ofrecer a los lectores algunas líneas de este interesante libro, para que recordando lo vivido por otros pueblos podamos reflexionar hacia nuestro futuro.
En esa obra de 446 páginas (Edit. Salamandra 2006) Márai relata que para 1944 todos sus parientes eran inequívocamente anti nazis, salvo uno, e intentaban adivinar lo que ocurriría al finalizar la guerra. La mayoría estuvo de acuerdo en que se debía romper con los alemanes, de los cuales Hungría había sido aliada hasta ese año, ya que éstos los habían ayudado a reconquistar territorios en Checoslovaquia, excepto por supuesto el amigo de los nazis. “Yo soy nacionalsocialista”, dijo a viva voz, señalando a Márai: “Tú eres incapaz de comprenderlo porque tienes talento. Yo no lo tengo y necesito de ellos, ésta es mi oportunidad!”

SALIERON DE GUATEMALA Y ENTRARON…
Terminada la pesadilla de la hegemonía nazi, Hungría fue invadida por tropas rusas y finalizada la guerra "los comunistas de origen húngaro, regresados de Moscú y bien aleccionados, se hicieron cargo del poder en 1946 bajo la protección de las bayonetas rojas. Todos repetían como loros las frases aprendidas en Moscú y su vocabulario era tan pobre que provocaba bostezos. Creaban en la colectividad ilusiones cargadas de mentiras. Algunos cumplían su misión engañando a los campesinos con la zanahoria de la reforma agraria y a los universitarios señalándoles que la filosofía, la literatura y la estética sólo se podían comprender a través de la ideología marxista". Para esa época la policía política promovía la intimidación, falsas acusaciones a ciudadanos, encarcelamientos y torturas, para suprimir la oposición, por lo que "no se necesitaba mucha imaginación para prever lo que les esperaba a Hungría, a Europa y al mundo el día en que ese régimen, desde el Kremlin, extendiera su autoridad".
Una vez instaurado oficialmente en 1949 el régimen comunista, se suprimieron las libertades individuales y de expresión, haciéndose obligatorio el aprendizaje del idioma ruso!, aunque "muchos fingían ignorar que no podía existir el comunismo sin el terror”
Márai escribe en tono desgarrado "así el ciudadano húngaro se enteraba un día por el periódico de que por decreto ministerial ya no eran suyas las tierras que habían labrado sus antepasados, ni tampoco le pertenecía la pequeña empresa fundada por sus abuelos, ni era propietario del apartamento en que vivía teniendo que encarar la dantesca imagen de las viviendas compartidas con otras familias, que tampoco tenía derecho a su puesto de trabajo obtenido gracias a su título, su talento o su aplicación, ya que ni siquiera era suya su opinión porque ya ni su alma era suya y toda la sociedad húngara se escandalizó porque entonces no era posible vivir en un régimen que anula la conciencia humana".
"Esa misma sociedad se dio cuenta de que el Estado se había transformado en una fuerza enemiga contra la cual había que defenderse de cualquier manera. Ese estado ya no cumplía con su función y todos se mantenían en estado de alerta. Hasta la clase obrera vió con estupor como se castraban los sindicatos, únicos organismos capaces de defender a los obreros".

OBSOLECENCIA
"Era indudable que todo esto ocurría con la complacencia de miles de ciudadanos que, sin ser comunistas, se aliaban con ellos bien sea por dinero, privilegios, protagonismo, vanidad, codicia o afán de venganza. Había también los que tenían fe en la idea revolucionaria comunista, a los que ni siquiera el ejemplo de las décadas de historia soviética podían convencerlos de su obsolescencia y de que el mundo ya había puesto en práctica sistemas de producción, distribución y propiedad, completamente nuevos que podían ayudar a las masas trabajadoras con más rapidez, eficacia y justicia que la pregonada por los soviéticos. No entendían que el capitalismo del siglo XIX estaba completamente desfasado, superado y carente de sentido en esta era tecnológica, pero necesitaban seguir creyendo en el texto sagrado de los envejecidos papeles de ese siglo pasado. Sin embargo, siempre ha habido personas de buena fe que suponían que el comunismo, podría convertirse en la posibilidad de crear una civilización nueva y más humana, pero la agresiva política imperialista de Moscú desengañó pronto a los esperanzados y también a los indiferentes, luego estos también se dieron cuenta que aquel sistema no tolera ningún tipo de crítica, desviación ni revisionismo liberal"
Después de la 2ª Guerra Mundial, el éxodo desde Hungría tuvo tres momentos claves, en los que ciento de miles de personas abandonaron el país. El primero en 1945 cuando huyeron ante la llegada del Ejército Rojo, el segundo en el verano de 1948 justo antes de cerrarse la cortina de hierro, última oportunidad para obtener un pasaporte. El tercero luego de las circunstancias dramáticas de 1956 cuando se produjo una rebelión en contra del régimen comunista pero que fue aplastada por la invasión de las tropas soviéticas.
Los escritores checos y eslovacos reaccionaron años después: a comienzos de 1968 se produjo en Checoslovaquia un movimiento conocido como “La Primavera de Praga” dando origen a intentos de reformas ciudadanas. En Junio de 1968 apareció el "Manifiesto de las 2.000 palabras" donde exigían que las reformas debían continuar aun en contra de los intereses del partido comunista checo, Márai escribe que "allí reconocieron que dicho régimen no sirve para los intereses ni para la defensa de los trabajadores, de los campesinos ni de los intelectuales, sino simplemente para los intereses de los del Partido, sus favorecidos y mantenidos". La Primavera de Praga duró hasta agosto de ese año cuando miles de tanques soviéticos y un descomunal ejército invadió Checoslovaquia…descontento que trajo como consecuencia en Venezuela que dirigentes renunciaran al PCV y fundaran el MAS.

SIN EXIGENCIA
Sándor Márai viajó a Suiza en 1946 y allí se dio cuenta de que "todo sistema social, incluido el así llamado socialista, es ineficaz sin el comerciante cotidiano, y la mayor equivocación del socialismo de Europa oriental es haber dejado fuera a ese comerciante independiente y haberlo sustituido por empleados estatales, es decir, burócratas, vagos, corruptos, lentos e impotentes, incapaces de despertar en el comprador un sentido de la exigencia, y sin exigencia no hay desarrollo social".

NO DEBE IGNORARSE
"Si bien el marxismo está basado en premisas que contenían elementos de una razonable indignación social y humana, había sido trasplantado a un momento histórico totalmente distinto, era como si el feudalismo hubiese influido aun después de la Revolución Francesa. Un egoísmo furioso y estúpido que se proponía obligar a toda una sociedad, a un pueblo entero, a soportar una vida contraria a la naturaleza humana". Todo lo que ha sobrevivido del pasado, todo lo obsoleto, falso e injusto, no se podía cambiar a mediados del siglo XX, y añadiríamos nosotros ni a comienzos del XXI, según el credo de una ideología del siglo XIX concebida fundamentalmente por el propio Marx, léase bien, "para los pueblos germanos y anglosajones". La vida es un constante proceso de cambios. Por eso el escritor recomienda: "que si alguien se ve obligado a vivir en un régimen que amenaza con poner en práctica el comunismo, hará bien en familiarizarse con los conceptos básicos del comunismo y su táctica, ya que es necesario conocer por ejemplo los plazos en los que habrá de acabar con el capital y la propiedad privada y luego con los opositores de sentimientos religiosos"...
"Para los comunistas lo importante es que les teman... pretenden hacer desaparecer todo, cambiar todo, remodelar todo lo que recuerde el pasado... y proceder con el adoctrinamiento”

OPINIONES
En "Tierra, Tierra" aparecen las opiniones de algunos célebres intelectuales:
Freud, el padre del psicoanálisis, señalaba que "los comunistas le arrebatan la propiedad privada al ser humano porque piensan que en la posesión está el origen de la agresión, pero la sociedad bolchevique seguía siendo agresiva sin la posesión de la propiedad privada".
De la misma manera que los comunistas llaman a la religión el opio del pueblo, Raymond Aron filósofo francés y sociólogo político que defendía la libertad ante el totalitarismo, escribió: "el marxismo es el opio de los intelectuales, porque los aísla de la realidad de los hechos".
Nietzsche, el gran filósofo alemán, había confesado que "quien busca justicia con demasiado empeño y dedicación, en realidad no busca justicia sino venganza".
Montesquieu, notable pensador y político social francés, afirmaba que "la libertad es el sentido más profundo de la historia de la humanidad, un afán constante, una lucha y un esfuerzo contra el despotismo... con la intención permanente de ser libre. Y por mucho que el despotismo quiera lo mejor, es en vano, pues el pueblo no quiere ese mejor si no lo ha escogido él mismo".
Chateaubriand, reconocido escritor y político francés, en sus "Memorias de ultratumba" sentenció: "sin propiedad privada no existe libertad".
Goethe, el insigne escritor alemán, decía que "uno debía vivir su propio destino, no uno impuesto por los acontecimientos o circunstancias, sino su propio destino, único, irrepetible e individual". Y el propio Márai añadió: "no se puede considerar un destino propio cuando explota una bomba atómica o cuando una dictadura impone su obsoleta y estúpida sentencia a toda una sociedad".

LITERATURA y VERDAD
En épocas así, dice Márai, hay que elegir voluntariamente el destierro porque sólo de ese modo es posible decir la verdad y el oficio de escritor no tiene sentido si no es para decir la verdad, siendo imposible vivir en un régimen que anula la conciencia humana, pudiendo llegar a despertarse uno un día sin ni siquiera tener la voluntad de ser libre.
Voltaire escribió: "un escritor sólo puede vivir en un país libre si no quiere convertirse en un esclavo atemorizado, sospechoso y en peligro de ser delatado por los demás esclavos, celosos y envidiosos. Sin libertad no hay escritura".
"Lo que no se puede consentir es la nacionalización del ser humano y mucho menos tolerar que el espíritu también pase al estado!".Y añadimos nosotros: adoctrinamiento... ¿con qué derecho?

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